jueves, 26 de diciembre de 2013

Y si creias saberlo todo queda aún que sepas sentir algo más complejo que lo que tu propio ombligo dicta.
Se que no es fácil, se que podes perderte. Pero sentirse igual al otro debería ser nuestro desvelo.

jueves, 12 de diciembre de 2013

jueves, 5 de diciembre de 2013

Antes creía y con mucho afán que sentirse triste o tener problemas y angustiarse por resolverlos era una fuerte señal de desconección con la vida. 
Pero hoy luego de resolver tanto y de seguir resolviendo, y de buscar limpiar ese pasado aún oculto para mí. Considero que eso es vida, mucha vida y ganas de seguir. Es de un modo buscar en la vida el placer infinito de sentirse vivo.
Hoy más allá de lo que tenga que seguir arreglando y sacando a la luz amo a la vida.

sábado, 23 de noviembre de 2013

gatillazo pijos power



No me interesa saber para que nací
Ni conseguir el equilibrio en mi interior
Y si la muerte es principio o final
O si vagamos en la eternidad.

Lo que me avisa un sueño me trae sin cuidao
El misterio del tiempo a mi no me atrae
No me preguntes si me he preguntao
¿Si el universo crece o se contrae?

Eso nunca lo sabré… pero ya que estoy aquí
Lo que yo quiero es tener… este pedazo de carro.

Que potencia… que sensaciones… Pasar delante de los mirones…
A toda ostia… con dos cojones… pa’ que se mueran de envidia…

¿La ciencia sirve pa’ crear o destruir?
¿Es la miseria una inmoralidad?
¿Se debe hacer el amor o follar?
¿o lo correcto es que te folles al amor?

Lo que me dais… lo que me dais… es lastima…
Porque os ahogáis… Porque os ahogáis… en lágrimas…

Siempre quise una respuesta
Para una simple pregunta
Y ahora ya lo tengo claro
Este mi coche ideal

Es un lujo para unos pocos… humanos de otra categoría…
Elegidos por el destino… es un estilo de vida…

Que potencia… que sensaciones… A toda ostia con los mirones…
Pasar delante… de tus cojones… pa’ que te mueras de envidia…
...fracasao

jueves, 14 de noviembre de 2013

Die Toten Hosen Vida desesperada




Toma YAstin te la morfas doblada, te fumaste medio faso y te vomitaste en los calzoncillitos...Para la pendejada que se cría pensando que todo lo que viene de afuera es mejor, sepa distinguir lo que es bueno es bueno de dónde venga...Aguante lo que viene con onda no con idealización.

domingo, 10 de noviembre de 2013

Una historia de padres y fantasmas

El general Fernando Matthei, otrora comandante en jefe de la fuerza aérea chilena, habrá de despertarse el domingo 17 de noviembre anticipando un día excepcional, donde tendrá la oportunidad única de votar por su propia hija Evelyn como candidata a la presidencia, un día en que espera que no le ronden resquemores y fantasmas.
Falta que le hace a Evelyn Matthei, que representa la alianza derechista que actualmente gobierna Chile, el sufragio de su padre, ya que no sólo parece asegurada su contundente derrota a manos de la ex presidenta Michelle Bachelet, un resultado desdoroso que puede suscitar una crisis letal en la derecha chilena.
Me pregunto qué va a sentir el general Matthei cuando vea en la papeleta electoral el apellido Bachelet junto al suyo. ¿Recordará que hay un chileno, un íntimo amigo suyo, camarada de toda la vida, un general de Aviación que no podrá emitir su voto en estas elecciones? ¿Pensará Fernando Matthei en Alberto Bachelet, padre de Michelle, que no tendrá jamás la posibilidad de votar por su hija, puesto que en marzo de 1974 el general Bachelet murió de un paro cardíaco inducido por las torturas a las que fue sometido durante seis meses por sus propios colegas militares?
Unicamente por haber sido colaborador del presidente Salvador Allende y mantenerse leal a su causa y su palabra.
Fernando Matthei era agregado aéreo en Londres para el golpe del 11 de septiembre de 1973 y nada pudo hacer para ayudar a su compadre del alma. Su inacción ya es injustificable cuando vuelve a Santiago en enero de 1974 y es nombrado director de la Academia de Guerra de la Aviación, el lugar donde precisamente estaba detenido y fallecería dos meses más tarde el hombre al que su hija Evelyn conocía como el Tío Beto. Aunque en varios procesos posteriores la Justicia chilena determinó que al entonces coronel Ma-tthei no le cabía culpa penal en la muerte del general Alberto Bachelet –debido a que los subterráneos donde apremiaban a su compañero de armas estaban fuera de límites para todo personal que no perteneciera a la fiscalía militar–, otra cosa es la responsabilidad moral. La que, según el mismo Fernando Matthei, todavía le pesa y avergüenza, según confiesa en un libro del 2003: “Primó la prudencia”, dice, “por sobre el coraje”.
Ni el más delirante novelista –y me cuento con orgullo como uno de ellos– podría haber imaginado una historia más inusitada, de dos amigos con destinos tan contrarios. Uno que muere por haber tenido el coraje, pero tal vez no la prudencia, de aceptar, con rango ministerial, un puesto en el gobierno de Salvador Allende. Y el otro que vive con excesiva prudencia y sin coraje para convertirse por dos años en el ministro de Salud de Pinochet y enseguida, durante trece años, integrante de la Junta. La hija de Alberto que llegaría a ser ministro de Salud y después de Defensa en el gobierno de centro-izquierda de Ricardo Lagos y la hija de Fernando que fue senadora y después ministro del Trabajo en el gobierno conservador de Sebastián Piñera. La socialista que fue presidenta de Chile y la derechista que aspira a serlo.
Aunque a estas alturas a lo que de veras aspira es obtener una votación que le permita ocupar por lo menos un honroso segundo lugar en las urnas.
Y es aquí donde la historia de Chile nos ofrece otra sorpresa. Puesto que el general Matthei reconocerá en la papeleta con los aspirantes a la presidencia el apellido de otro candidato cuyo padre tampoco podrá votar en estas elecciones porque fue ultimado por la dictadura.
Se trata de Marco Enríquez, hijo de Miguel Enríquez, líder del MIR (Movimiento de Izquierda Revolucionaria), abatido por la policía secreta en una calle de Santiago el 5 de octubre de 1974. Dejando tras sí a un hijo de un año y medio de edad, que ahora, casi cuarenta años más tarde, le está pisando los talones a Evelyn Matthei. Si Marco puede, en efecto, repetir el 20 por ciento de los votos que consiguió con su candidatura a la presidencia en las elecciones del 2009, logrará desplazar a la hija del general Matthei, para enfrentar a Michelle Bachelet en una posible segunda vuelta, permitiendo que el pueblo de Chile eligiera entre dos candidatos progresistas.
De todos los protagonistas de esta historia, ha sido Miguel al que más conocí. Mi mujer Angélica y yo fuimos amigos suyos, hasta el punto de que, pese a que no estábamos de acuerdo con la vía armada que proponía el MIR, arriesgamos todo para darle amparo en nuestra pequeña casa a él y a otros dirigentes de su partido en 1970, cuando entraron a la clandestinidad durante el gobierno de Frei padre para provocar en Chile una rebelión al estilo de Cuba, una tesis que nunca dejaron de esgrimir, aun durante los tres años del gobierno Allendista.
¿Qué diría Miguel si viera hoy a su hijo defendiendo la necesidad de transformar a Chile por medios pacíficos, si contemplara a su hijo desechando la violencia en que creía con fervor?
Tantos otros revolucionarios latinoamericanos sobrevivieron la represión de las dictaduras y llegaron a entender que la democracia, lejos de ser la camisa de fuerza de los pueblos, es condición esencial de todo cambio profundo, toda justicia duradera. Espero que así hubiera también evolucionado Miguel, que fue tan imprudente en sus ideas y acciones y a la vez tan pleno de coraje en su vida, tan animado por una sed de liberación humana que todavía me emociona.
Me hubiera gustado abrir esa discusión con Miguel. Me hubiera gustado preguntarle si se arrepiente de los errores que cometió durante los años en que Allende fue presidente, cuando el MIR (junto a elementos extremos y díscolos dentro de la Unidad Popular) desestabilizaron al gobierno popular con sus tomas irresponsables de fábricas y terrenos y predios agrícolas, y aceleraron el golpe con su retórica de una revolución armada inminente que nunca se materializó.
Pero, claro, es una conversación que nunca tendremos.
Si hay una insinuación de justicia divina en la derrota que Evelyn va a sufrir incontestablemente a manos de Michelle, un hecho maravillosamente simbólico que la hija de Alberto triunfe sobre la hija del hombre que abandonó a su padre, ¿no sería más que divino y justo que el hijo del guerrillero e insurrecto Miguel Enríquez dejara fuera de juego a la candidata del Pinochetismo? Que el hijo de una de las víctimas le ganara a la hija de uno de los cómplices de esa política de exterminio sería una muestra definitiva de que Chile le ha dado para siempre la espalda al legado de Pinochet.
Pero queda en este cuento inverosímil de fantasmas y padres y linajes, todavía una vuelta más de la tuerca histórica.
Puesto que fue el mismo aborrecible general Matthei el que facilitó que hubieran hoy en Chile elecciones libres, que su propia hija y la hija de su compañero Alberto y el hijo de su enemigo Miguel, pudieran disputar la presidencia, y que fuera el pueblo de Chile, y no sus fuerzas armadas, el que decidiera el porvenir.
Fue para el plebiscito de 1988. Cuando Pinochet quiso desconocer su derrota y fomentar un auto-golpe que lo mantuviera indefinidamente en el poder, fue el general Matthei quien impidió tal maniobra, concediendo públicamente la victoria del “No”, abriendo paso al retorno de la democracia.
Yo quisiera creer que Fernando Ma-tthei, esa noche de octubre de 1988, estaba pagando una deuda con su viejo amigo Alberto, mostrando ante Pinochet la valentía que no mostró catorce años antes cuando ni siquiera fue a visitar ni menos a consolar a un camarada al que estaban torturando a escasos metros de su propia oficina en la Academia de Guerra.
Es una deuda, sin embargo, que no está enteramente saldada. Le queda al general Matthei, a los 88 años de edad, todavía otro gesto de redención con que pudiera señalar silenciosamente su verdadero arrepentimiento, conseguir que los fantasmas finalmente lo dejen en paz.
Sería un gesto simple, aunque arriesgado.
Sólo bastaría que el general, cuando entre al recinto electoral este próximo 17 de noviembre y recorra la lista de los candidatos, sólo bastaría que el general Fernando Matthei decida en forma clara y tajante y deliberada hacer una pequeña marca al lado del nombre de Michelle Bachelet, bastaría solamente entonces que él, su Tío Fernando, vote por ella, puesto que es desafortunadamente imposible que lo haga ahora y siempre su papá

miércoles, 6 de noviembre de 2013

Tenemos que hacerlo un mundo mejor, porque este esta enfermo y nosotros no.

Sin forzar, salen a veces mundos a primera vista frágiles, pero que luego en definitiva terminan siendo mundos valiosos.
Cada mirada es un mundo, habla del color de nuestros pensamientos. Habla de nuestras certezas.
Cuando un mundo se apaga, se cae, es hora de enfrentarse a otro mundo.
En el mismo universo somos muchos los humanos buscando distintos mundos...Hay espacio de sobra. Lo que falta es encontrarse en el mundo adecuado a cada uno.
Muy pocos se encuentran concretando el mundo que les facilita la sonrisa, les facilita el habla, les facilita la dulzura y la lírica inspirada.
Estoy buscando ese nuevo mundo, buscando un lugar más adecuado, buscando limpiar el camino de maleza, de malas hiervas, de impurezas.
Por ahora en mi mundo somos yo y mi flor.

domingo, 27 de octubre de 2013

No es casual que pasen Camila en un día como hoy. Cuando el amor muere nace la oscuridad.
Luchan contra el romántisismo de nuestros sueños humildes.
Confían más en la razón de los desentes, y nos quieren callar este amor popular.
Y tal vez seré idiota pero ya no un slogan ni un titular.

martes, 22 de octubre de 2013

Las estrellas además de distantes se encuentran a un tiempo inaxecible para nuestra humanidad.
Y tal como ocurre con las estrellas, muchas personas se distancian no por la falta de acuerdo, sino por el tiempo.  
Cada tiempo que vivimos nos aleja o nos encuentra con seres que comparten esa temporalidad.
Hay amores cortados en un tiempo y que luego puestos en otros quedan fuera del alcance de la misma pasión o sentimiento.
Es bueno empezar a compartir el tiempo concientemente con todos aquellos que precisamente respeten ese tiempo que estamos viviendo.

miércoles, 16 de octubre de 2013

La laguna mojando mis pies, aquella vieja montaña y muchos sueños por cumplir.
La vida y los pequeños momentos, mis estados de humor y lo que se habla en cualquier lugar. Ya todo me da muy lo mismo, salvo mi gran milagro.


lunes, 14 de octubre de 2013

Que asco la falsa ideología y la doble moral. Decirle a un hijo de desaparecido que como en la dictadura tenía 5 años no sabe nada, como mínimo es ser mala persona y un irrespetuoso sin fin.

viernes, 4 de octubre de 2013

Díficil de entender

Decimos que el pájaro vuela, pero no volamos por nosotros mismos nunca. Decimos que el pez nada y no podemos sobrevivir en el agua sin ayuda extra o por mucho tiempo.
Explicamos a través de la razón todo.
Hasta las energías invisibles son explicadas por medio del lenguaje.
Puede ser entonces, que ante ciertos vacíos, la mejor defensa es un significado. Ponerle la tapa y ya, ponerle nombre a lo inimaginable o incierto.
Existen incertidumbres tales, incertidumbres que vuelcan al vacío total. Incertidumbres que creemos entender.
Las creencias vinieron a trastocar mucho de esto ambiguo, mucho pozo tapar. Y caímos en un precipicio con pendiente profunda, ese precipicio que no tendría ni siquiera que llamarse precipicio.
Existen misterios propios, misterios universales, misterios físicos, metafísicos, astrales
Simple misterios, lo más cercano a la nada y lo ininteligible.

domingo, 29 de septiembre de 2013

Excelente resumen

De como funciona la mente escasa de algunas clases en la Argentina:

 1) La clase media no quiere ser lo que es. Quiere ser clase alta. No clase baja. 2) Cuando los gobiernos populistas les posibilitan acceder a un buen nivel económico (que habían perdido bajo un gobierno neoliberal) se siente otra vez clase alta y busca destituir a los impresentables populistas. 3) Suben otra vez los neoliberales de las clases acomodadas. La clase media vuelve a arruinarse. Vota otra vez al populismo. Y así hasta el agobio, o el vértigo.

Según JPF.


Vergüenza es Lanata y Violencia es Macri.

sábado, 14 de septiembre de 2013

Historias del horror

 

 Por Osvaldo Bayer
Desde Bonn, Alemania
Hay hechos que avergüenzan a la humanidad y hay otros que hacen nacer esperanzas. Lo que en estos días ocurrió en Francia es un ejemplo de eso: el horror, pero la contrición. Ese reconocimiento del acto deshonroso. El presidente de Alemania, Joachim Gauck, fue a Oradour para pedir perdón por uno de los crímenes más abyectos de la historia del ser humano.
En 1944, las tropas alemanas que ocupaban Francia destruyeron totalmente la aldea de Oradour y dieron muerte a sus habitantes: 642 personas. A todos los hombres, las mujeres y los niños.
Sí, 207 niños. 207 niños, repetimos. 207. Niños. Es increíble. Jamás se va a poder disculpar un crimen tan abyecto. 207 niños. Fusilados. Lo podríamos escribir cien veces pero no lo lograríamos entender, y menos disculpar. Eso lo hicieron “hombres uniformados”. Hombres. El 10 de julio de 1944. Han pasado 69 años. El actual presidente de Alemania, Joachim Gauck, ha sido el primero que se ha atrevido a viajar a esa aldea francesa. Los franceses la tienen como monumento y la han dejado tal cual la destruyeron las tropas enemigas. Todo en ruinas, hasta la iglesia. Es un lugar para que quede constancia de lo que puede llegar a hacer un poder militar sobre otro. Y fusilar a la población: 181 hombres, 254 mujeres y 207 niños. 207 niños. 207.
En el acto que se llevó a cabo frente a las ruinas de la iglesia se abrazaron el presidente alemán, Gauck; el presidente francés, Hollande, y el único sobreviviente de la matanza, Robert Hébras, que hoy cuenta 89 años de edad.
El abrazo de los tres hombres duró varios minutos y se los vio a los tres plenamente emocionados. Luego, los tres depositaron flores en el cementerio de la aldea. Al final de los actos, el presidente alemán escribió en el Libro de Oro de Oradour, que es un libro de duelo, lo siguiente: “Con espanto, conmovido y con repulsión estuve yo ante lo que se llevó a cabo por orden del comando alemán. Y quiero dar testimonio de que hoy existe una Alemania pacífica y solidaria. Y así tiene que ser para siempre”.
En los ojos del presidente alemán había nuevamente lágrimas. Es que no podía ser para menos cuando vio cómo quedó en ruinas el lugar, con casas derruidas, autos y carros quemados en la calle, y tumbas, tumbas, tumbas... un monumento a la crueldad que jamás se podrá borrar.
En la aldea más próxima a Oradour, Tulle, el ejército nazi ahorcó a 99 habitantes, que fueron colgados de balcones, como venganza por un ataque que habían sufrido por parte de partisanos.
Pero, aparte de los detalles, lo que queda de esta lección es algo que no puede entenderse ni perdonarse: el fusilamiento de niños. 207. No queda otra cosa que repetirlo, que anunciarlo: ¡207 niños! ¡Doscientos siete niños! Porque no cabe en la cabeza de nadie, ni del más cruel.
Como argentino no puedo dejar de recordar lo que hicieron nuestros militares durante la última dictadura: el quitarle los niños a las mujeres prisioneras encintas, en el momento de dar a luz. Y luego llevarlas a aviones militares que arrojaban vivas a esas mujeres madres al Río de la Plata o al mar. Y, al mismo tiempo, esos niños que recién habían abierto sus ojos al mundo eran regalados con preferencia a familias de militares sin hijos. Me pregunto: ¿cuál es una crueldad mayor, la de los militares alemanes en Oradour o la de los argentinos? ¿Videla, Massera y Agosti y sus secuaces?
- - -
Así como el presidente alemán fue a Oradour a pedir perdón, así los comandantes actuales del Ejército, la Marina y la Aeronáutica deberían hacerlo al pueblo argentino ante el monumento a Nuestras Madres Desaparecidas, que deberíamos levantar los argentinos. Porque si bien en nuestro país se llevaron a cabo juicios a casi todos los responsables de esos crímenes abyectos y cobardes, falta todavía la contrición de las instituciones como tales. El presidente de la nación alemana era apenas un niño cuando ocurrieron esos crímenes, sin embargo llevó a cabo lo que correspondía como representante de la nación culpable. Lo mismo deben imitar ante nuestro pueblo esas instituciones militares. No va a ser un desdoro, sino un gesto de humildad para que jamás vuelvan a ocurrir crímenes tan crueles y vergonzosos. Un país que sigue mirando para otro lado cuando se le reprocha ese crimen que cometió con las minorías armenias es Turquía. Pero ya lo está pagando. Ultimamente fue candidata a ser sede de las Olimpíadas, pero quedó afuera. Y esto se debió en gran parte a los movimientos populares armenios que no cejan de luchar para que por fin Turquía reconozca el nefasto crimen cometido contra un millón y medio de armenios hace casi un siglo. Buenos Aires acaba de ser testigo de las marchas de protesta que hicieron los argentinos de origen armenio contra la presencia de Erdogan, el mandatario turco durante su estada en Buenos Aires. Pero, además, siguen en la propia Turquía las protestas. Ha sido una acción armenia de puro coraje. Es que ahora el racismo de los turcos ha llegado a límites imperdonables. Los diarios alemanes acaban de publicar lo que los turcos han llevado a cabo con el llamado Gezy Park, donde existía antes el cementerio armenio.
Señala el diario alemán Frankfurter Zeitung: “Donde están ahora el Hotel Divan y el Museo Militar hasta llegar al Hilton Hotel, era antes el cementerio armenio. Si se hace un foso en el Parque Gezy vamos a encontrar las tumbas armenias. Es que sobre ese cementerio erigieron hoteles de lujo y así ganaron una fortuna, utilizando el terreno del cementerio armenio y de la iglesia armenia. Acerca de eso ordenaron una campaña de silencio, ‘de eso no se habla’. Lo que los turcos hicieron con los armenios lo repitieron con los griegos y los arameos. Y ahora, desde hace treinta años, lo llevan a cabo con los kurdos. Lo vemos en la campaña de los diarios turcos. Todas las calles donde antes vivían los armenios ahora llevan los nombres de los genocidas turcos, lo mismo que las antiguas escuelas armenias tienen hoy el nombre de los genocidas turcos. Los armenios le acaban de gritar a Erdosian: ‘¡Terminen con los hoteles de lujo, basta con el museo militar y devuélvannos nuestro cementerio!’.”
La lucha de los pueblos por la vida. Y a veces se obtienen triunfos. Erdogan salió derrotado de la Argentina. Con esa realidad de su país, le votaron en contra. Nada de Olimpíadas en un Estado donde la represión es la política diaria. Como decimos siempre, puede durar a veces mucho, pero al final siempre triunfa la Etica.

domingo, 8 de septiembre de 2013

Las grandes alamedas

 

 Por José Pablo Feinmann
Ni que se haya convertido en la fecha de la caída de las Torres Gemelas evitará que –para nosotros, para los hombres y mujeres de América latina– el 11 de septiembre sea la fecha del golpe de Estado más detestable de los tantos que padecimos. Se trataba de un gobierno elegido democráticamente. Se trataba de un país con un ejército que –a diferencia de los de nuestro continente– había sido guardián del orden constitucional. Se trataba de un presidente que era un hombre noble, con ideas e ideales, un hombre honesto y un hombre valiente. Había tenido un gran apoyo de las masas obreras. Y una queja constante, un repudio sin tregua, del MIR, el principal grupo armado de Chile. Finalmente, todos los sectores de la sociedad –menos los obreros– se unificaron para voltearlo: el ejército, los medios de comunicación, los gremios, las clases altas, las clases medias y –con un empeño criminal, furibundo– los Estados Unidos de Nixon y Kissinger. Las clases medias inauguraron la modalidad de salir a la calle con cacerolas y atronar el país pidiendo la renuncia de Allende.
Allende fue el más original, el más creativo de los líderes socialistas del siglo XX. Descreyó de la célebre dictadura del proletariado y eligió el camino democrático, pacífico al socialismo. Si ese camino fracasó, no menos fracasaron los otros. Con una enorme diferencia. Allende no dejó decenas o decenas de miles o millones de cadáveres tras de sí. Ni presos políticos tuvo. Confiaba en solucionar la antinomia entre socialismo y democracia, que el mandato de la dictadura del proletariado (que viene de las páginas de Marx y que éste asume como su mayor aporte a la teoría política) obliteraba. La derecha –beneficiada por los errores y por las muertes de los socialismos triunfantes y luego derrotados– no tiene rédito alguno para sacar de la experiencia de la Unidad Popular. Salvo que digan que nacionalizar el cobre equivale a fusilar enemigos políticos, o peor aún.
En su último mensaje, don Salvador Allende dijo a su pueblo y a todos los pueblos de América: ¡Trabajadores de mi Patria!: Tengo fe en Chile y en su destino. Superarán otros hombres este momento gris y amargo donde la traición pretende imponerse. Sigan ustedes sabiendo que, mucho más temprano que tarde, se abrirán de nuevo las grandes alamedas por donde pase el hombre libre, para construir una sociedad mejor. ¡Viva Chile! ¡Viva el pueblo! ¡Vivan los trabajadores!
La historia es nuestra y la hacen los pueblos.
Estas son mis últimas palabras y tengo la certeza de que mi sacrificio no será en vano, tengo la certeza de que por lo menos será una lección moral que castigará la felonía, la cobardía y la traición.
El criminal de guerra Richard Nixon y su secretario de Estado, Henry Kissinger, peor criminal de guerra aún, odiaban a Allende con una pasión enfermiza. En octubre de 1970, Nixon dijo sobre él palabras injuriosas: “That son of a bitch, that bastard...”
Pero esa imagen de este hombre sereno –aunque capaz de encarnar la fuerza de un tornado–, que lo único que nos dejó, como pertenencia, fue el pedazo ensangrentado de uno de los vidrios de sus anteojos, este hombre maduro, con canas, que sale de La Moneda con casco de guerra y metralleta, para morir peleando, tal vez insensatamente, pero como él lo sentía, es, para mí, el símbolo más puro de la rebeldía, porque trató de cambiar el mundo por los caminos de la democracia y de la paz, y porque no pudo, porque los asesinos del poder internacional no lo dejaron, agarró una metralleta, se puso un casco de guerra y decidió (como esos bravos, legendarios marinos con sus barcos) hundirse con su causa. ¡Ah, don Salvador Allende, ojalá hubiera yo tenido alguna vez en mi patria un líder como usted! Simple, duro, pero sensible, amigo y compañero de la gente de su pueblo, sin sinuosidades, con una sola palabra, la misma de siempre, la que marcó la coherencia de sus días y, por si fuera poco, con ese coraje, don Salvador, que le hizo decir: De aquí no me voy, que sigan otros, no van a faltar, y van a llevarme en sus corazones como a un hombre puro, como a un guerrero y como a un demócrata que les va a henchir el pecho de orgullo y de exigencias perentorias. Porque, de ahora en más, todo chileno que sepa que tiene detrás la figura de Salvador Allende, sabe que no se viene a la vida a jugar, a gozar de las liviandades y las tentaciones, sino a meterle el alma y el cuerpo a las causas duras, las de la injusticia, las del hambre, las de la tortura y la muerte. Es mi legado.
Lo es. Tenía la cara de un hombre bueno. Vestía de civil. No andaba ostentando armas ni uniformes bélicos. Se metía entre los obreros. Hablaba en sus asambleas. Les pidió, al final, que se cuidaran. Que no se dejaran sacrificar fácilmente por los carniceros que se cernían sobre Chile. Cuando Castro lo visitó le dijo que tenía que recurrir a la violencia si quería sostenerse. Allende no lo hizo. De la violencia se ocupaban los guerrilleros del MIR que, desde luego, lo acusaban de burgués conciliador. ¿Por qué se habrán preocupado tanto los de la CIA y Nixon y Kissinger por un burgués conciliador? ¿Por qué el ejército habrá bombardeado La Moneda? ¿Por qué el diario El Mercurio (al que Nixon le dio dos millones de dólares para desestabilizar su gobierno) lo atacó sin piedad ni vergüenza? ¿Por qué las conchetas chilenas, que son terribles, salieron con sus cacerolas para injuriarlo? ¿Sólo porque era un burgués conciliador? Los del MIR fueron funcionales a los golpistas que, salvo los que se fugaron, murieron todos, en el Estadio Nacional o en las más siniestras mazmorras, tan cruelmente como los líderes de la Unidad Popular. No, Allende no era un burgués conciliador. Era un socialista temible. Porque había elegido la democracia (el arma ideológica que la derecha cree suya) para ir hacia el socialismo. Pero, luego, hizo algo peor. Murió con su causa. Dejó, para el socialismo, un ejemplo moral incuestionable. Y murió sin perder sus esperanzas. El hombre libre volverá. Las altas alamedas lo esperan. Bajo ellas se fue Allende de este mundo.

sábado, 31 de agosto de 2013

Die Toten Hosen-Tage wie diese



La dulzura y el punk reunidos en un solo chabón...Campino genio y mito. Alemán tenías que ser como Osvaldo. Reivindicando a la raza aria. Derribando la generalidad.

sábado, 24 de agosto de 2013

FLEMA NO QUIERO IR A LA GUERRA


Bien al Sur

Siempre habrá allí en esas tierras, el terror y la ausencia. Habrá junto al frío y el desierto, mil jóvenes yaciendo.
No habrá el amor dado nada, ni el tiempo habrá pasado. En esa tierra maldita, en ese punto dónde el mal tiene leyes y bandera.
Allí dónde todos perdemos, y no somos más que unos niños tímidos, dónde queda demostrado el desprecio a nuestras significantes vidas.
Pero si alguien hoza defender esta tierra, es un zaparrastroso, un tira hormigas, un falso mesías. Un judío en la biblia, perdido, siempre un perdido.
Rastreros de la ignorancia, la repiten, se la apropian, y la transforman en sabidurías apócrifas.
Pero mientras tanto, ¡que dolor el mientras tanto! El dolor tan pérfido, el dolor de ya no tenerlos con nosotros Esos soldaditos, esos pequeños sin rostro hoy, esos que no renunciaron como si sus altos mandos.
Esos que luego fueron juntados, tirados, no reconocidos. En esa tierra maldita, allí dónde seguramente no quieran estar. Los escucho, se que están. Me quiebra, los sueño.
Solo tengo mi pequeña opinión, es tan solo lo que hoy les puedo dar.

jueves, 22 de agosto de 2013

sigo creyendo en los mitos, las pequeñas historias. Tal vez menos que antes. Ser adulto te nubla mucho los recuerdos.
Me gusta la gente que sigue contando historias, que confia en el hombre y para el hombre.
Sigo sintiendo que los colores y las pasiones siempre me seguirán a lo largo del camino.
Y que la dulzura no la pierdo más.

martes, 20 de agosto de 2013

La ciudad que alguna vez, la ciudad que alguna vez. Era totalmente de él. Caretas, caretas, caretaaaaas.

domingo, 11 de agosto de 2013

La historia esta empezando a reivindicar algunas derrotas. Los nietos postulados a diputados, algo impensado e imposible de pensar hace unos pocos escasos años y el nieto recuperado 109.
Caminar tranquilos sin temores, sin persecuciones, expresarnos de una manera libre.
Este sistema está dado, no se cual será la manera de reemplazar al capitalismo sin caer en la imposición. Viviendo en la sociedad consumista e individualista que vivimos, tanto pobres como ricos, todos mirando hacia su interior, sin desmerecer al otro.
La división no se genera desde un partido político, simplemente se resalta lo que ya venía dándose en voz baja.
Algún día los que hoy tiran piedras a este gobierno reconocerán lo diferente, lo posible de lo imposible, pero ojala que no sea cuando venga algo peor, como siempre sucedió, sino simplemente a modo de reconocer en la distancia del tiempo, cuanto sueño imposible hoy esta siendo realidad palpable.

domingo, 4 de agosto de 2013

Ni olvido ni perdón

Qué hace que un ser humano sea despiadado con otro? Qué se irrite tanto pero tanto por la existencia de ellos, al punto de que aún en su muerte baile y se regocije?
Qué busca un bruto? Un criminal? Al apoderarse de una vida, de cortarla con la cuchilla del odio?
Y que las escrituras le avalen esa historia?
Qué hay en quienes no quieren ver más a las madres y abuelas luchando como siguen haciéndolo?
Qué se despierta en ese ser humano que dice basta de pasado?
Yo creo que miseria y pura mierda.
Arta de todo y todos, me cansaron sociópatas del orto.

sábado, 3 de agosto de 2013

La placita de mi barrio

 

Por Osvaldo Bayer
Mi familia llegó a la Capital en el año 1934, cuando yo tenía siete años. Fuimos a vivir al barrio de Belgrano. Allí, a una cuadra de nuestra casa, estaba la placita que hoy se llama Alberti, en la calle Arcos y Roosevelt (calle que antes tenía el bello nombre de Guanacache). Esa placita –de una manzana– era nuestro lugar de juegos. Era muy bella, con un césped bien verde y muchos árboles y flores. Había rosas, margaritas, jazmines y cien flores más. Parecían cuadros pintados. Sí, había un llamado placero que cuidaba que no pisáramos ni el césped ni las flores, ni que tampoco arrancáramos esos bellos productos de la primavera y el verano. Nosotros jugábamos en los caminos a la mancha, a la cupa, corríamos carreras, a la bolita, a llevarnos a cocochito y a otros cien juegos más de aquella época, con los cuales no pisábamos el césped ni los jardines. El placero nos sonreía pero nos retaba si alguno no cumplía con la orden no escrita de no pisar los canteros.
Hoy, la enorme tristeza. Para los niños y para los adultos que alguna vez fueron niños y recuerdan aquel colorido paisaje de nuestra plaza. La querida placita de mi barrio es nada más que un baldío sin flores ni césped. Es pura tierra hecha polvo. Ya no existe la profesión de placero.
Y aquí viene la pregunta: ¿por qué el señor Macri, supremo hacedor de esta capital cada vez más triste y sucia, amontonada y ruidosa, con cada vez menos niños y cada vez más ruidos, no hace cuidar para nada nuestras plazas pero sí les pone rejas?
He vivido en muchas ciudades del mundo y jamás he visto algo así. ¿Es un producto de la irracionalidad o de la deshonestidad? No cabe otra disyuntiva. ¿Por qué, por ejemplo, no hay más placeros en nuestras plazas? Aquellos hombres pacientes que recorrían los espacios verdes para cuidar que nadie le hiciera daño. Por razones económicas, me responden. ¿Por qué se ponen rejas a los paseos públicos? Para que de noche no vengan los vagos y malentretenidos a dormir en sus bancos, me responden. Una respuesta más irracional que la otra, más mezquina que la otra, más inhumana que la otra.
Porque las plazas son los lugares a los cuales hay que cuidar más para tener un lugar libre de motores y gases (por lo menos, allí están los árboles y el verde, que no los producen). Y en cuanto a las rejas, se nota que hay un egoísmo limpio de todo rasgo de generosidad humana. Cuando voy a Berlín, por ejemplo, veo todas las plazas muy cuidadas y plenas de verde y colores. Y están sin rejas. Es porque se usa un método más humano. A aquel vago, linyera o mujer con hijos sin entradas, que van a dormir a las plazas, se los despierta y se los lleva a los hogares de los sin techo para que pasen allí la noche. Hay varios por ciudad en Europa. Es para proteger la vida en las épocas de crueles inviernos y para cuidar la higiene de los parques en los meses de primavera y verano. Y, por sobre todo, es una impronta de la caridad ante aquellos desolados de la sociedad. No, aquí Macri ordenó poner rejas para que los sin hogar no tengan ni siquiera un banco de plaza como único refugio. En vez de rejas, señor gobernador de la sociedad, habilite casas para que esos queridos linyeras tengan por lo menos un techo de noche y un desayuno al amanecer. Me gusta conversar con ellos. Algunos me relatan su vida; otros callan y me miran con la tristeza de sus ojos. Como si me dijeran: “No tengo nada que contar, todo para mí es tristeza”.
Mi padre nos enseñó a no despreciar a esa gente ni a humillarlos. Hay que ayudarlos, nos decía, son muy buena gente que no sabe enfrenta la vida.
Nuestras plazas, sin verdes ni flores, con rejas. Buenos Aires, el “progreso del egoísmo”. Un Buenos Aires cada vez más egoísta. Progresamos. Con sus inmensas villas miseria. Con sus miles de niños que nos miran con sus ojos bien abiertos y sorprendidos ante ese Buenos Aires pleno de autos, apuros y plazas con rejas. De mi Buenos Aires querido de los años treinta a este Buenos Aires encerrado en automóviles, humo y plazas con rejas.
He vuelto esta mañana a mi placita de la niñez: las cuatro esquinas plenas de bolsas de basura, adolescentes que juegan con toda violencia al fútbol en los antiguos céspedes, gente de bien que pasea a sus perros que vienen a dejar sus frutos estomacales en las sendas. Veo un cartel todo desgajado por el tiempo y que apenas se puede leer: “Cuidá tu plaza: prohibido ingresar animales, prohibido jugar a la pelota, prohibido transitar por el césped, prohibido tirar residuos”. Pienso: lo invitaría al señor Macri a visitar plazas y parques. Y ver, por ejemplo, los troncos de los árboles viejos pintados con inscripciones de invitaciones amorosas, puteadas, saludos y esos dichos que se escuchan por televisión. También para caminar por los caminos ahora embaldosados, parece mentira en una plaza, pero todos con pozos y puntas de baldosas rotas que sobresalen peligrosamente para la gente vieja. Un ejemplo del “cuidado” de nuestras plazas. Pero, con rejas.
Y en esto de la represión, hay algo que ya, en nuestra ciudad, se puede calificar como la innecesaria crueldad. Un sistema que sólo se escucha en los países con dictaduras o con tradiciones religiosas severísimas. Acaba de confirmarse la investigación sobre el sistema de represión de la policía de Macri, llamada la UCEP (Unidad de Control del Espacio Público), que ha sido acusado ante la Justicia de la Ciudad de casos de violencia inusitada. En ese proceso, ese cuerpo llamado popularmente “la patota de Macri”, está denunciado por haber actuado con suma violencia contra indigentes y gente sin domicilio fijo. En el expediente se detallan 17 casos de extrema violencia, también se detallan las circunstancias en que mujeres indigentes fueron salvajemente golpeadas. Entre esos casos se encuentran los desalojos violentísimos de Parque Lezama, en Paseo Colón 1500; de la huerta comunitaria de Caballito en el 2009; de los puestos ambulantes de Costanera Sur; de los indigentes de San Cristóbal, en Pasco al 2500, a la madrugada. En algunos de estos casos se trataba de familias con hijos que tuvieron que sufrir una represión inusitada.
Son todos casos muy tristes. No se trata aquí de gente rica o de buen pasar, sino de personas de extrema pobreza. No se gana nada con maltratarlos y desalojarlos con extrema violencia, porque eso tarde o temprano traerá violencia en la ciudad. El mal comienza porque es la sociedad la culpable de no ofrecer trabajo o casa por lo menos a padres de niños, pero también a todos los demás ciudadanos de esta sociedad. En vez de desalojar a palo limpio y patadas a los caídos que se refugian en el suelo para resistir, las autoridades elegidas por el pueblo deberían procurar refugios decentes a esas personas y procurarles un trabajo por lo menos a los padres o las madres de familia y un sustento para los niños mientras sus padres no tengan trabajo. Una sociedad debe servir para eso, no para la filosofía del garrote ni la patada en el trasero. El Gobierno de la Ciudad debe estar para que la paz reine en la urbe y se dé a la gente la esperanza y la fe en la democracia y no la absurda garroteada. Se ve que el señor Macri y sus adeptos no han vivido nunca de cerca los males del mundo representados por la miseria, la falta de alimentación de niño y un techo para refugiarse del frío y de las lluvias en una ciudad inhóspita.
Ante el garrote cobarde del poder, una sociedad de la bondad y la mano abierta con los que sufren. Es el mejor y único remedio

miércoles, 31 de julio de 2013

Me acorde de respirar. De poner los pies en la tierra. De sentir la piel.
Pero me olvido todo el tiempo lo que siento.

viernes, 26 de julio de 2013

Me dejo pensando un comentario gracioso a cerca de la unión propuesta por ciertos polítivos desfachatados.
Y la verdad que la unión provocada o inducida no lleva más que a la desunión incesante.
Las uniones espontaneas. Cruzarme en una plaza que quiero. La unión por admiración. Sigamos insistiendo hasta cayar el odio.



martes, 23 de julio de 2013

A mí misma, mia, yo, junto a mí

De qué esta hecha tu realidad? De qué se tiñen tus sueños?
Algo igual a mí baila por las calles?
O es una sonrisa pensar, o es un triste letargo, pero las dos no.
Existirá la sencillez sin faltas? Sin carencias?
Cuantas veces uno falla hasta embocarle al alma?
El miedo es un invento social? O es un invento racional?
Cuanto se repite por comodidad, por que es terrible lo nuevo?
Qué diferencia hay entre alguien feliz y alguien triste?
Qué más me falta para darme cuenta?
De algo que me ayude a ser yo misma.

viernes, 12 de julio de 2013

Crecer

No nací para sentarme debajo de una plegaria, menos de un milagro. Siempre voy a buscar lo que obtengo. Desgasta mucho y duele otro tanto, pero es un honor pequeño esa paz de no depender total o parcialmente de algo/alguien.
Me confunde ser así, me sorprendo con cada logro, y con cada perdida, todavía no tengo una precisión de a cerca como soy.
Brusca, si si brusca, pero con una dulzura apretada en el puño y golpeándome en el pecho todo el tiempo.
Así seré y seguiré por esta vida que logro conformarme, y otro tanto no.
Creo que uno piensa eso de las muchas vidas, porque es breve el pequeño mundo que nos rodea, hay tanto que conocer, que experimentar, que probar, que sentir, que realmente no alcanza este tiempo que tenemos para decidir.
Será cuestión de naufragar a través de artes superadores, de miradas liberadoras, de niños y personas que nos interpreten de una manera más inocente, no tan nociva.
Desde los pasos hasta la música, desde los dibujos hacia las letras, cualquier situación o persona que nos eleve es guía que debamos alcanzar.

martes, 9 de julio de 2013

Rojo te fuiste

Atravesando todo su largo sin aliento.
Estaba el diablo mal paradoo.

Olele olala el chizzo es de RACING de RACING de verdad.

domingo, 7 de julio de 2013

En la calle de la sensación, muy lejos del sol


Hay almas comunicadas más allá de la razón.

PEDRITO ESCRIBRE SIN PARAR EL MUNDO ESTA POR ESTALLAR.

Gracias Pedro (Aznar), sos magia en mi nada.

domingo, 30 de junio de 2013

Alcances y límites del concepto “la patria es el otro”

 

             
 Por José Pablo Feinmann
El tema del Otro refiere –en uno de los tantos abordajes de la cuestión– al pensamiento de Emmanuel Levinas. Se trata de una ética de la alteridad. En Hegel la alteridad es negación. “Toda determinación es negación” es uno de los conceptos centrales de una filosofía que interpreta lo Otro (usamos la mayúscula en la tradición de Levinas) como negación dialéctica, de esa negación surgirá el tercer momento de una historia sustancial, con decurso necesario, teleológica, que apunta a una superación final de las contradicciones. Levinas plantea una ética de la alteridad porque el Otro me es necesario para ser yo. No puedo ser yo sin el Otro. Está ahí su rostro y en ese rostro puedo ver que no existo solo y que el Otro no existe para negarme sino para completarme. Esta ética de la alteridad lleva hoy a una ética de la diferencia. Yo no soy yo. Existo en tanto diferencia. En un mundo en que todos son diferentes de mí y yo diferente de todos. Mi presencia no es una solidez autónoma que se inscribe en una historia lineal en la que encuentra su sentido en la medida en que se lo otorga. Toda presencia es diferencia. Soy diferencia de lo que yo no soy. No soy lo que lo otro es. Pero, al no ser mi presencia completud, totalidad autosuficiente, necesito del Otro, de su diferencia para establecer un yo, así como el Otro necesita de mí para ser él. Esta es la ética de la alteridad. Una ética en que la alteridad (el Otro) es fundamental, no como elemento antagónico, no como expresión de conflicto, sino como rostro en el que me espejo. Ese Otro soy, también, yo y sin él no podría serlo. Lo mismo le sucede al Otro en su relación conmigo. El pensamiento de Levinas debe instrumentarse en toda teoría de la violencia. Hace unos cuantos años, a raíz de un texto de Oscar del Barco, estalló un debate sobre el tema. Los materiales se recopilaron en un libro que llevó por nombre Sobre la responsabilidad. Levinas fue uno de los autores más citados. Si necesito al Otro para ser yo, ¿cómo habría de matarlo?
Dentro de este marco conceptual (Levinas es un autor bastante oscuro) se inscribe la frase que CFK lanzó recientemente: “La patria es el otro”. Lo que dice ese concepto es que resulta imposible edificar una democracia (o una patria democrática) sin una ética de la alteridad que haga del Otro lo presente en mí, completándome. Toda declaración sobre los derechos humanos, que defienda el derecho sustancial de la vida, desde la de las Naciones Unidas de 1948 hasta el discurso de Esteban Righi a la policía de junio de 1973, parte de la afirmación absoluta del respeto a la vida del Otro. Esta concepción fue derivándose hacia la exaltación de la diferencia. Al respeto por el diferente. En el sistema lingüístico de Ferdinand de Saussure todo elemento establece una diferencia con otro. Surge en tanto diferencia. Pero ningún elemento está completo en sí. Ninguno es presencia absoluta. Al ser cada uno diferencia de otro, en toda presencia hay una despresencia. Al requerir al diferente para completarme, el diferente es una despresencia que me señala la necesidad de pertenecer al sistema en tanto alteridad que requiere de las otras alteridades para buscar su plenitud. La patria es el otro significa, entonces, que necesito del otro para hacer la patria. Sin el otro no hay patria posible. Nadie puede creerse la patria. La patria es una urdimbre de otredades que se requieren las unas a las otras.
Estas ideas implican el esfuerzo tal vez más sólido para la creación de un mundo sin muertos, de una sociedad del respeto y del diálogo, una sociedad de la vida que erradique el odio y la muerte, que es su consecuencia. Surge como un deseo siempre irrealizable. La Declaración de 1948 a nadie frenó para hacer la guerra. El discurso de Righi sirvió para que se burlaran de él. No mejoró a la policía. La policía fue moldeada por Camps, no por el humanista Righi.
No bien CFK lanzó ese concepto en tanto consigna democrático-política se alzaron las voces previsibles. ¿Qué podía decir la derecha sino que ella era la que menos derecho tenía a decir esa frase? Que ella no respetaba la disidencia o lo diferente. ¿Cómo podría hacerlo un régimen autoritario, que negaba la propiedad privada y la libertad de prensa? (Sin olvidar la inevitable referencia a la corrupción.) Ya se sabe: quienes dicen esto son los que apoyaron a los sanguinarios gobiernos masacradores de la historia argentina, los que nunca llegaron democráticamente al poder. (¿Cuándo la derecha argentina impuso sus planes económicos por medio de la democracia? Nunca. Siempre fue primero la espada, después la economía. Siempre fue llegar al gobierno por medio del fraude o de la violencia.) Sin embargo, una Presidenta que llega al gobierno con un 54% de los votos recurre a la vertiente leviniana de la filosofía –que sus oponentes deben ignorar por completo– para proponer una democracia para todos, que no vea en el Otro al enemigo sino al que necesito para fundar un orden basado en la no violencia, en el respeto de las personas. La izquierda también previsiblemente habrá objetado: ¿cómo ver la patria en el otro si son los otros los que se la robaron y se la roban día a día? CFK decidió bajar el concepto a tierra y precisarlo: “La patria es el otro, es el que todavía no ha podido conseguir trabajo, o que consiguiéndolo no está registrado (...) la patria es el que todavía trabaja y lucha para tener su casa propia; la patria es el joven que no estudia porque tiene que trabajar para ayudar en su hogar; el otro es el que sufre adicciones, y que tenemos que rescatarlo; la patria es estas mujeres que han luchado 35 años pidiendo justicia; la patria es esos miles y miles de emprendedores”. Al afinar el concepto desde su opción política no pudo sino incluir los conflictos: la patria es el otro, pero no todos son el otro. Porque si la patria es el que no ha conseguido aún trabajo sabemos que otro, que se cree la patria, se lo niega o ha contribuido a empobrecer el país y eliminar la posibilidades del empleo para todos. Si la patria es el joven que no puede estudiar por verse obligado a contribuir en el sustento de su casa es porque otro, que también se cree la patria, le quitó su participación en la renta nacional, se la devoró. Y, en fin, si la patria es el otro y el otro son “esas mujeres que han luchado 35 años pidiendo justicia”, ¿cómo podrían ser el otro y construir una patria para todos con todos esos otros que asesinaron a sus hijos? “La patria es el otro” es una frase utópica y hermosa. Lo dijimos: es la única posibilidad de fundar una ética de la alteridad, de la vida, del respeto a los demás. Pero las que triunfan en la historia no son las utopías, sino las distopías. No sé si la Presidenta cree que el Otro es el que le grita libremente en las calles de su Gobierno –al que acusan de autoritario y protonazi– “yegua, puta y montonera”. Pero ese otro no busca completar a nadie ni hacer una patria para todos. Busca una patria para pocos y ni siquiera piensa en la palabra patria. Piensa en sus intereses particulares: que no le toquen los dólares, por ejemplo. Además, en un mundo globalizado en que las estrategias de la derechas nacionales se diseñan en el imperio y se comunican por medio de las embajadas, ¿dónde está la patria? La patria sería nuestra Suramérica, agredida por el poder mediático extraterritorial, que apela a la mentira, al escarnio. ¿Qué puede un neogandhismo contra un poder globalizado, colonialista y bélico? El otro, el otro que quiere la patria para él y para sus socios, ni siquiera decide y actúa desde la patria. Para ellos, la patria ha muerto. Es un concepto arcaico. Pertenece al cajón de trastos usados de los populismos nacionalistas. Ya no hay patria. Hay intereses globalizados.
Sin embargo, no es aconsejable seguir la metodología de los que ven en la diferencia una alteridad bélica, una lógica del enfrentamiento y no el respeto para construir un espacio común que nos incluya a todos en la diversidad, pero en el compartido respeto por la vida y los intereses de las mayorías. Esa metodología nos llevaría a ser como ellos. Creo en esa ética que propone Levinas porque nos invita a huir de la muerte. Pero no pretendo que todos crean en ella. Vivimos y viviremos largamente aún en un sistema que –como Gordon Gekko en Wall Street II, film de Oliver Stone– propone: Greed is good (La codicia es buena.) Esta frase se inspira en una que dijo un agente de bolsa en la Escuela de Negocios de la UC Berkeley, en mayo de 1986, cuando el capitalismo se desbocaba hacia la crudeza neoliberal. Fue un tipo importante durante la década del ’80 y se supone que inspiró al personaje de Gordon Gekko, sobre todo por esa charla que dio. Se llama Ivan Boesky y dijo: “No hay mal en la codicia. Sepan esto: creo que la codicia es sana. Uno puede ser codicioso y vivir en paz con sí mismo”. ¿Qué tiene que ver un predicador de la codicia con una ética de la alteridad? Para el codicioso, el Otro, no sólo no es la patria, sino que es un obstáculo a eliminar si no se le somete. La sorpresa y el odio de los poderes fácticos de la Argentina ante el gobierno de CFK es que no se le someta. Esto se inicia cuando Néstor Kirchner rechazó el pliego de condiciones de José Claudio Escribano. Ese no sometimiento despertó el odio del establishment. Ese odio fue creciendo con todo lo que vino después. Insuficiente para la izquierda, como siempre. Excesivo e insultante para la derecha, como siempre. Habrá, pese a todo, que insistir con la frase: “La patria es el otro”. Porque es nueva. Porque nunca se propuso en este país. Pero no será aconsejable olvidar que ellos, el poder, el establishment, los monopolios, jamás pensarán que la patria son los otros. Sino que pensarán lo que siempre pensaron: que son ellos, solamente y nadie más que ellos.

sábado, 29 de junio de 2013

Estrella de mar

En el fondo del mar dicen que vive una estrella, entre muchas otras,
que no brilla ni es hermosa para proteger su especie.
Se pregunta y se dice por las noches y los días, para que brillar si aquí todo es oscuridad.
Su suerte se ha vuelto de lo peor,
Si por alguna razón alguien la ve, es que muerta ha de estar.
Pobre estrella de mar, nunca podrá brillar.
Pobre estrella de mar, oculta vivirá, vivirá.
Alguien se atreverá a imaginarla, quizás flotando en el mar.
Alguien con su idea la reviva llena de fulgor.
Pobre estrella de mar, siempre quieta cuasi muerta.
Pobre estrella de mar, un capricho natural.
El mar desquiciado a su antojo sacará,
Con cada oleaje la golpeará, hasta quitarle su último sueño.
Ya no quiere ser estrella, y menos que menos de mar.
Pobre estrella de mar.

domingo, 16 de junio de 2013

El origen

           

 Por José Pablo Feinmann
Dos oficiales se allegaron hasta la tienda del general Roca y pidieron hablar con él. Bajo su orden, les permitieron la entrada.
–Digan –seco Roca, sin mirarlos. A la luz de una lámpara estudiaba unos mapas.
–Se trata de dos caciques, general. Vinieron en son de paz.
Roca los miró. Los oficiales quedaron helados por la fijeza de esa mirada, de esos ojos claros y feroces hechos para el mando, para la sumisión de los otros.
–¿Paz? ¿Son idiotas ustedes? No hay paz para los salvajes. ¿Lo saben o no? De saberlo, me habrían traído sus cabezas.
–Se ofrecieron como rastreadores –dijo el oficial más decidido. Acaso el que menos miedo le tenía al general. El único que habría de tener el coraje de afrontar esa conversación con él.
–Dicen conocer hasta el último cascote de este territorio. Pensamos que ese conocimiento podría interesarle a usted. Por eso aún conservan sus cabezas, general.
–Tráiganlos.
Los caciques eran altos, fuertes, con ropa limpia, el orgullo intacto.
–No me interesa conocer cascotes –dijo Roca. –Vine aquí a cazar indios. A matarlos. A limpiar el territorio porque el progreso tiene sus leyes. La primera es terminar con la barbarie.
–Nosotros podemos ayudarlo, general. Hace unos años estuvimos en Buenos Aires. Sabemos qué es la civilización. Sabemos el derecho que tienen los hombres ilustrados para expandirla en estos territorios salvajes. No somos traidores. Somos distintos.
Llevaron a cabo una tarea eficaz y devastadora. Le señalaron a Roca hasta los escondites más inhallables de los indios que el general tenía necesidad de matar para saciar su sed, que era la del progreso. Al terminar la campaña, Roca los premió con tierras generosas, extensas.
–Se las ganaron –dijo el general. Y hasta les estrechó las manos.
Cada uno se construyó una casa. Previamente se dividieron la tierra. Lo mismo para los dos, hasta el último centímetro. Ser justos entre ellos los volvió amigos, pero no socios. Uno se dedicó a la cría de ganado. El otro, a nada. Un hecho inesperado (que supo presentir) le cambió la vida. A las mañanas, el sol parecía obstinarse en caer sobre un montículo, darle calor y sacarle unos brillos extravagantes. El cacique se dijo que eso era una señal de los dioses. Lo habían bendecido y él sabría aprovechar esa generosidad, sí. Lo que brillaba en el montículo era oro. Empezó a cavar y descubrió que el oro no sólo estaba sobre el montículo, sino que se hundía en lo profundo y no parecía terminar nunca. Era rico.
Esa noche se emborrachó. Bailó como el guerrero que había sido. Bailó bajo la luna y elevó un canto de gratitud a los dioses. Entonces lo vio. El otro cacique lo miraba sin entender, pero sospechando. Le preguntó por qué tanta alegría. Y el pobre indio, de borracho que estaba, de bendecido por la suerte que se sentía, y hasta de querido y cobijado por los dioses, le dijo la verdad. Que era rico. Que en su tierra había oro. Que conchabaría gente en el pueblo más cercano y haría una mina. Que en menos de un año tendría tanto dinero que se iría a vivir a Buenos Aires, ya que ahí pertenecía, ahí había vivido y ahí le gustaba vivir, como un hombre ilustrado, un hombre del progreso. El otro lo escuchaba en silencio, ni una palabra decía. Sólo lo miraba, apenas eso. La luna estaba muy alta, era circular y helada. Algunas nubes la oscurecían y echaban sombras sobre la tierra. El cacique siguió bailando y siguió bebiendo ese aguardiente áspero, que lo ponía cada vez más turbio, vulnerable. El otro le hundió el puñal en medio del pecho cuatro, cinco y hasta seis veces. Después lo enterró lejos, donde nadie que no fuera él podría encontrarlo.
Lo que el muerto quería hacer lo hizo él. Conchabó gente en el pueblo, construyó una mina y se hizo rico. También se hizo una casa suntuosa, para no irse nunca, para vivir ahí toda su vida, que sería larga. No quería asentarse en Buenos Aires. Siempre sería un indio, nunca un ilustrado, nunca un hombre del progreso. Eso les dejaría como legado a sus herederos. Porque tendría hijos. Porque se traería de Buenos Aires una mujer blanca, hermosa. Se casaría con ella y con ella tendría sus hijos. Sus herederos vivirían en esa Buenos Aires que a él –lo sabía bien– le estaba negada. “No importa. Voy a fundar una dinastía, los míos tendrán poder, indios con tierras y con dinero no son indios, son ciudadanos”, se dijo, sentado en una silla de mimbre en la galería de su mansión, con una felicidad calma, algo adormecido, para siempre saciado, el cacique Patoruzú, rastreador de Roca, traidor a los suyos, asesino de su compadre, explotador de esos pobres hombres que trabajaban de sol a sol en su mina de oro inagotable, infinita como la perversidad de su alma.

domingo, 9 de junio de 2013

Ausencia

En qué silencio abra alguna respuesta? En que instante todo tiene lucidez? Cuáles son las maneras de corregir lo malo?
Me cuesta trascender a estados mejores. Soy una mujer cansada, harta y que encuentra obligaciones hasta dónde se puede crear.
Rumiante y acostumbrada, seca y pálida, abrazada a viejos ideales, con una valija sumamente llena y un cuerpo totalmente desgastado.
La lucha interna comienza en el día y termina por definición en la cama.
Escucho guitarras, pianos tal vez. Algunos atisbos de arte que me superan. No se si en todos falto yo, o todos están más presentes que nunca.
Es la ausencia mi mejor demostración. De dónde será que mi ser es tan ausente?
Del abandono precoz de un padre que vuela sin motivos? O de una madre que desbordada por su mundo elige u opta por mamar con un solo pecho?
Cualquier opción es válida diría un choice capcioso. Vaya uno a entender la psiquis propia.


CADA CUAL TIENE UN TRIP EN EL BOCHO, DIFICIL QUE LLEGUEMOS A PONERNOS DE ACUERDO.


sábado, 8 de junio de 2013

Etica, y no oro y plata

          

 Por Osvaldo Bayer
¿Trasladamos los argentinos el monumento a Colón que está frente a la Rosada a Mar del Plata o lo dejamos ahí? Se ha iniciado el debate. Muchos dirán: miren lo que les preocupa a los argentinos, un monumento, en vez de entrar al debate sobre problemas mucho más fundamentales, por ejemplo sobre la división ideológica en que ha caído últimamente la sociedad que tiene tantas experiencias dolorosas en represiones y dictaduras. En vez de discutir cómo superar diferencias fundamentales, se discute si ese personaje histórico llamado “descubridor” de América merece o no estar en el lugar más importante, tal vez, de la representación popular: frente a la Casa de Gobierno de la Nación.
Y sí, es importante discutir ese tema. Debatir si Colón sí o no. Tiene que ver con el concepto político que debe tener delante de sus ojos el pueblo. Aceptado en su principio ese monumento por un gobierno conservador, cuidadoso vigilante de la disciplina de un pueblo dividido en aristocracias, una clase media siempre obediente y una clase obrera explosiva pero más que justa en el pedido de sus reivindicaciones, el gobierno de ese tiempo aceptó poner el monumento frente a la Casa Rosada, tal vez el lugar más privilegiado. Una especie de regreso a la colonia de la historia oficial, a la obediencia debida a Europa. En aquella época en la cual la Argentina futura iba a descender de los barcos.
La disyuntiva definitiva hoy: o nos sentimos europeos o queremos ser lo que somos, latinoamericanos. Entonces, ¿preferir a Colón que nos dicen que “descubrió América” o a Juana Azurduy, aquella gaucha que luchó hasta el final para que esta tierra fuera libre, propia, con rasgos de sus ancestros? El llamado progreso europeo, con sus lacras de guerras, represiones, luchas religiosas, fábricas de armas, el cuidado de fronteras como máxima preocupación y una lucha de clases injusta entre una misma población. El egoísmo como máxima regla en la vida. Eso fue lo europeo como norma, a pesar de sus mártires y profundos pensadores. U optar por lo latinoamericano, ir a las raíces y respetarlas, pero en trabajo conjunto.
Colón vino en busca de riquezas y las encontró. No fue descubridor de nada. Las culturas de estas tierras que ellos llamaron americanas ya existían desde hacía siglos. Es lo mismo que un nativo de estas tierras hubiera desembarcado en Europa, en el siglo XI, por casualidad, navegando a remo y lo hubieran titulado “descubridor de Europa”. Colón no es un grande de la historia. Es apenas un sagaz navegante, atrevido buscador de oro, al que no le importa esclavizar y matar para obtener sus metas. Lo dicen sus cartas al rey católico de España, tan bien analizadas por Eduardo Galeano en Las venas abiertas de América latina.
Colón no es ninguna figura heroica ni limpia, Con su “descubrimiento”, España, el país a quien servía –ni siquiera lo hizo por su patria–, comenzó una acción de cruel despojo y explotación al máximo esclavizando a la población original de estas tierras. Un verdadero “imperialismo”, además de tratar de superar a Gran Bretaña en el tráfico de esclavos africanos.
Se pueden ver en los archivos oficiales las decisiones de los virreyes españoles otorgando el libre comercio de esclavos en el Río de la Plata, con los buques ingleses en el puerto de Buenos Aires. Por eso, los argentinos, a las calles más connotadas del barrio bien de Belgrano, donde están las mejores residencias, les hemos puesto el nombre de todos los virreyes, en honor a su cultura europea.
De no haber sido “descubierta” por Colón, tal vez, hoy, América sería un jardín inmenso con miles de pájaros y flores, tal como la describió Alexander von Humboldt en su libro Viajes por América, escrito a fines del siglo XVIII y principios del XIX, donde también describe el trato indigno e inhumano que daban los conquistadores españoles a los pueblos originarios.
Nuestra admiración tiene que estar en los hombres de ciencia europea, sí, en sus filósofos, músicos, poetas, pero jamás en sus explotadores de los pueblos, los “conquistadores” y genocidas.
Dejar el monumento a Colón delante de la Casa de Gobierno es un insulto a todos los grandes patriotas –hombres y mujeres– y soldados criollos que lucharon contra el coloniaje y por nuestra independencia. Y contra nuestros pensadores y ejecutores de la libertad del coloniaje occidental y cristiano.
Sostengo que es exacta y racional la decisión de poner allí un recordativo artístico a la figura de Juana Azurduy porque también las mujeres hicieron nuestro país y justamente esa madre es todo un ejemplo heroico. Juana Azurduy, que perdió a su marido y a sus hijos en la lucha por la liberación contra el rey católico de España y toda su cohorte uniformada de militares y clérigos, más los pequeños tiranos de oficina, aquellos denominados funcionarios “coloniales”.
Juana Azurduy, un ejemplo. Su amor por la tierra, el recuerdo de sus seres queridos caídos en defensa de la Revolución de Mayo, allá en el lejano Norte, enfrentando a los uniformes realistas llegados de Europa para quedarse con la tierra y las riquezas de los “salvajes”. Cuando hombres luminosos como Belgrano, Moreno y Castelli cantaban, ya en 1810, “ved en trono a la noble igualdad, libertad, libertad, libertad”.
Por eso, los que hoy defienden con toda euforia al monumento del invasor y explotador Cristóbal Colón (en realidad Cristóforo Colombo) son los pequeños de siempre, a quienes les falta la grandeza de analizar a nuestras verdaderas figuras libertarias, que lucharon contra el todopoderoso puño europeo, occidental y cristiano.
Y a los italianos que van a defender a la estatua del mercenario al servicio del rey de España les pido que se organicen para recordar a aquellos humildes obreros italianos que llegaron a estas tierras, como inmigrantes, a trabajar, y desde un principio lucharon por la dignidad de su clase y por leyes obreras como la de la jornada de trabajo de ocho horas, que finalmente consiguieron. Recordarlos es un gesto merecido hacia ellos, los libertarios. Ellos, y no aquellos que vinieron a llevarse el oro y la plata y a esclavizar a las poblaciones autóctonas.
Por eso nada mejor que Juana Azurduy en vez del mercenario “descubridor” Colón, la ética en la historia, y no el oro y la plata por sobre todo.

viernes, 7 de junio de 2013

Abstención (aguante el alcoholismo popular)

Pagan tanto tanto tanto, que hasta sus hijos se resisten a no pagar.
Quieren tener todo a cambio de dinero. Cuando el mundo se haya terminado ellos vana buscar comprarse otro.

jueves, 30 de mayo de 2013

Una de José Martí (para vos compañera)

Cese, señora, el duelo...


Cese, señora, el duelo en vuestro canto,
¿Qué fuera nuestra vida sin enojos?
¡Vivir es padecer! ¡sufrir es santo!
¿Cómo fueran tan bellos vuestros ojos
Si alguna vez no los mojara el llanto?

Romped las cuerdas del amargo duelo.
Quien sufre como vos sufrís, señora:
Es más que una mujer, algo del cielo,
Que de él huyó y entre nosotros mora.

jueves, 23 de mayo de 2013

Pago a las madres


Un cambio de fondo que anunció CFK fue que a partir de ahora las asignaciones familiares y la AUH serán pagadas a las madres. Si éstas no tuvieran trabajo, la Anses les abrirá una cuenta gratuita. Las mujeres podrán acreditar que su cónyuge ha abandonado el hogar en la Anses, sin necesidad del trámite judicial que se requería hasta ahora. Es una medida revolucionaria, destacó el Sindicato de Amas de Casa


Que bueno hubiese sido esto en los 90, algo impensado por ese entonces...Pero no chee, es un gobierno demagógico...Solo aquel que vió pelearla a su vieja sola contra todo para salir adelante se levanta de su silla para aplaudir una medida de este estilo, y también aquellos que se solidarizan con esas madres que día a día luchan esta pelea por alimentar a sus hijos, educarlos, y en la medida de lo posible darle una contención para que no sufran lo mismo que ellas tuvieron que pasar.

Ojala que no se terminen nunca estas medidas demagógicas de este gobierno de mierda.

lunes, 20 de mayo de 2013

Rodolfo cuanta falta nos haces. Tu foto sobre el final, ojala que muchos aprendan de tu ejemplo como periodista militante que se jugo la vida por sus ideales.


sábado, 18 de mayo de 2013

Rompan todo

Estoy escribiendo a cerca de mí, de vos, de mucho de lo que nos pasa.
Todo lo que pasa, eso es lo más recurrente que existe a la hora de buscar nuevas palabras.
El desafío es salirse de eso mismo, buscar en dolores, en alegrías, en paradojas, en amores, en conversaciones ajenas algo también nuestro, salir de uno, ir por el otro, al encuentro. Sobreponerse de cualquier mi, yo, o mío.
Eludir el ego es el trabajo más odioso a la hora de pensar el mundo. No porque vaya ser egocéntrica, o si?
Si, lo confieso un poco de egocentrismo me desvanece como ser humana buena.
Tengo bondad, el tema que cada vez me cuesta más aplicarla. Sin algún error que la omita o la obligue a ser una bondad blandita.
Cuanta culpa compartida. Nosotros y el entorno, la moral inexistente, la falta de ética.
El buen humor exagerado por lo diferente del otro.
La puesta en escena cotidiana y la normalidad conchuda que me obliga a quedarme callada.

viernes, 17 de mayo de 2013

Muerta la muerte

Hoy murió la muerte. Sin embargo me es imposible festejar, ante una muerte de hasta el criminal más jodido me suelo quedar paralizada, no comprendo los códigos de quiénes festejan enfermedades o muertes de sus enemigos, no tanto por respeto al muerto, sino y obviamente por respeto a la vida y a los que murieron luchando por ella.
Lo que si me pasa es que me surgen miles de preguntas, de sentimientos, de realidades con esta muerte de la muerte. Acaso es aliviadora? Acaso vale la pena vivir para que vuelva alguno de estos? Acaso era necesario tanto aprendizaje a fuerza de dolor?
No es justo, no es justo...Por más que se haya sido en una cárcel, con una condena, no tuvo lo que se merecía, ni una pisca tuvo de tanto dolor impartido. Ni un mg de lagrima tuvo..Ni siquiera nos reivindico con su arrepentimiento, allí la ética solo triunfo por que la naturaleza hizo lo suyo. No por victoría. La ética en este caso fracaso.
No es alegre lo que pasa con esta muerte. Solo busca revivir las perdidas, y los nietos que seguimos buscando. Pero en el fondo era algo que esperamos desde siempre, uno siempre espera la muerte de un tipo que no se cura y sigue matando, aunque sea nomás que con sus ideas. O su recuerdo.
Lo que me da placer decirlo es que prometo y me digo a mi misma que seguiré alegrandome cada día más cada vez que vea el día que bajaron tu cuadro, y prometo sobre todo decirle a mi hijo la mierda que fuiste, que nadie te recuerde livianamente porque ya no podes defenderte..Por el contrario que sean más sanguinarios que nunca, con un recuerdo bien determinante, de que quedarás en el colectivo popular como el mayor asesino hijo de puta de toda nuestra historia. 
Te odio Videla, andate al infierno, pudrite rápido que cada día se te recuerde menos así te vas rápido muy rápido. No tardes más...Muerte de mierda morite ya.

jueves, 16 de mayo de 2013

DIAS COMO ESTOS


Lo mejor de este momento 
Es que no va a terminar.
Siguiendo con tipos dulces, de otras latitudes. No hay fronteras a la hora de encontrar gente sensible.


martes, 14 de mayo de 2013

The Cure - Pictures of you (subtitulado)

Adoro la poesía hecha canción, sus metáforas cantadas, ese tono de voz tan dulce diciéndolas. Cada palabra dicha se pronuncia y se escribe en mi alma.
A veces tengo lapsus de sensibilidad...Si, soy una mujer sensible.


viernes, 10 de mayo de 2013

Naturaleza muerta

Es así, los valores se esfumaron, en mi jaula a diario lo noto y veo como cada persona se corrompe por una módica suma que no agranda el espíritu, sino por el contrario lo achica.
El vivo busca ser único, el gil se sumerge más en su gilada, pero cuando se aviva lo quieren asustar. Porque al vivo que le queda si el gil se aviva???
La viveza, sobre todo la criolla es tan miserable, es tan insignificante, tan de cobardes.
Y ciega, tanto, que es imposible dialogar con un vivo de manera honesta. El vivo siempre le escapa a la verdad.
Pero no es en vano tener un corazón, un alma, un espíritu. Por nada del mundo lo deleguemos, ni a lo material, ni al poder, protejamos esas reliquias tan nuestras.
Que no nos inquieten los vivos, a nosotros los pobres giles...Que tenemos viveza, y la conocemos de sobra.
Atentos, que los vivos no avancen más.
Los giles de corazón infinito al poder.

martes, 30 de abril de 2013

Delia Giovanola

Hace poco mucha gente te escucho por primera vez después de 36 años. Un espacio televisivo nos trajo a nuestras apasiguadas vidas tu historia.
Una mujer llena de humanidad, de amor infinito. Una mujer linda, bella de una belleza insuperable.
Lo perdiste todo querida Delia, y sin embargo tu perdida es nuestro triunfo, tu lucha sigue en pie.
Tu nieto dónde sea que este, dónde sea que vaya lleva el corazón de tu hijo, y de su hermana suicidada  por descubrir la peor de las verdades, la crueldad con la que esos seres aberrantes asesinaron a su mami. No dejemos que el odio nos haga olvidar a quienes tanta enseñanza de amor impartieron.
Que siga en pie el encuentro de todos los nietos. Que siga en pie el amor a las madres y abuelas.
En estos tiempos de tanta falta de respeto e información mentirosa, sigamos más que nunca abrazando a las madres y abuelas de la plaza...Plaza tan de ellas, tan nuestra.

sábado, 27 de abril de 2013

Lograr la paz eterna

 

 Por Osvaldo Bayer
Fue un día glorioso. Valió la pena luchar. En Santa Rosa, la capital de nuestra provincia de La Pampa, el intendente de la ciudad, acompañado por los maestros, las organizaciones de derechos humanos y el pueblo en general, procedió a la inauguración del monumento al cacique Pincén, aquel ranquel que con todas sus fuerzas enfrentó a las tropas de Buenos Aires que venían a desalojarlos de sus tierras y convertir en esclavos a los hombres, mujeres y niños de los pueblos originarios. Pincén luchó siempre, fue el más valiente de todos, el más sagaz y lúcido. Estuvo siempre en primera fila, con un coraje que le daba el amor a su tierra. Cuando ya anciano y viendo que si continuaba la lucha iba a perecer toda su gente, inclusive su numerosa familia, trató de hacer las paces. Fue tomado prisionero por el coronel Villegas y, finalmente, enviado a la isla Martín García, donde pasó ocho largos años hasta que se le permitió ir a vivir a sus antiguas tierras de donde fue, al poco tiempo, nuevamente llevado a la isla Martín García, acusado de haber inspirado el crimen contra un estanciero inglés. Esa acusación fue totalmente falsa. Pero demostraba la falta de respeto por la vida de los pueblos originarios en esas épocas argentinas de llamado liberalismo positivista, que significó un verdadero genocidio para los pueblos originarios, acompañado del robo de sus tierras ancestrales.
Por fin se está reconociendo todo esto luego del profundo estudio de nuestra historia por diversos investigadores, y a ciertos titulados héroes se los está bajando del pedestal.
Justo eso es lo que se volvió a vivir en Santa Rosa. Allí se realizó un acto en el teatro municipal, con la presencia de las autoridades locales, en celebración de haber cambiado el nombre de la avenida Julio Argentino Roca, el principal ejecutor de la campaña de quitar las tierras a los pueblos originarios, restablecer la esclavitud en la Argentina durante la presidencia de Nicolás Avellaneda y de cometer la más grade matanza de pueblos originarios en estas tierras. Ahora toda esa avenida llevará el nombre del Libertador, José de San Martín, justo la figura opuesta en pensamiento a Roca, que jamás hizo discriminación con respecto a los pueblos originarios, a quienes llamaba “nuestros paisanos los indios”. Pensamiento que compartió a ultranza con Manuel Belgrano, Mariano Moreno, Juan José Castelli y Bernardo de Monteagudo.
Emocionante fue cuando se vio a mapuches en sus ropas típicas dar cuatro vueltas alrededor del monumento al cacique Pincén.
Es que en Historia siempre, al final, triunfa la Etica, la Verdad. Un genocidio es un genocidio y no se lo puede tapar con el eufemismo de llamarlo la “Campaña del Desierto”. También quedó en claro que, además del genocidio y el robo de tierras, los vencedores volvieron a practicar la odiada esclavitud que había comenzado a eliminarse en nuestro país en la célebre Asamblea del año XIII, cuando se proclamó la libertad de vientres, es decir que a partir de ese año, tres después de la gloriosa Revolución de Mayo, quedaban libres los hijos de los esclavos que nacían ese año. Como decimos, esa esclavitud fue reimplantada por el presidente Avellaneda y su ministro de Guerra, el general Julio Argentino Roca. Se puede comprobar en los diarios de Buenos Aires de la época de la “campaña del de-sierto” en avisos oficiales con el título de “Hoy entrega de indios”. Y cuyo texto rezaba: “A toda familia que lo requiera se le entregará un indio varón como peón, una china como sirvienta y un chinito como mandadero”. Tal cual. En ese idioma discriminatorio para con las mujeres y los niños de los pueblos originarios. Sí, todo eso a más de sesenta años de la célebre Asamblea del año XIII, que había llevado a la realidad el pensamiento tan noble de aquel 25 de Mayo de 1810.
En el acto que se realizó en la capital pampeana, después de la inauguración del monumento al cacique Pincén, historiadores trajeron a la luz la verdad acerca de aquel período increíble de nuestra historia, cuando después del genocidio cometido por el Ejército, que decía que traía el progreso y la cultura civilizada, se repartieron cuarenta millones de hectáreas de tierras entre socios de la Sociedad Rural, entidad que había cofinanciado la masacre de esos pueblos que hacía siglos poblaban esas extensas pampas. Hecho que fue celebrado a los cien años de sucedido, por la dictadura de la desaparición de personas del general Videla, con el desfile de tropas del Ejército Argentino en la ciudad rionegrina de General Roca. Fue el desfile más grande que recuerda nuestra historia, para celebrar el genocidio de la llamada campaña del desierto. Un hecho que fue aplaudido por los diarios más grandes de Buenos Aires con suplementos especiales dedicados a recordar con palabras adulatorias ese crimen de lesa humanidad cometido con los pueblos autóctonos.
Pero la verdad histórica que se escondió a casi un siglo y medio de sucedido el genocidio y que se tergiversó en los libros de historia con que aprendieron tantas generaciones en los institutos de enseñanza, finalmente surge y se demuestra la verdad.
El ejemplo dado por las autoridades municipales de Santa Rosa, de cambiar el nombre del genocida Roca por el del Libertador San Martín, debería ser imitado por todas las otras urbes y pueblos argentinos que todavía tienen calles y plazas con el nombre de los autores del genocidio más grande de nuestra historia. Los que demostraron la verdad sobre la denominada “campaña” ya han tenido la satisfacción de presenciar la quita de esos nombres en dieciocho ciudades argentinas. Mientras, hay autoridades comunales que miran hacia el costado cuando se le reclama ese derecho de la ética de eliminar honores a quienes trajeron la muerte y el robo de sus tierras nada menos que a los pueblos que las poblaron siglos antes de que llegaran los “occidentales y cristianos” de Europa a traer la llamada “civilización”. En nuestra Ciudad Autónoma de Buenos Aires, hace dieciocho años que presentamos el proyecto para quitar de nuestro centro ciudadano el monumento más grande de nuestra ciudad y, además, el más céntrico, que es el del mayor genocida de los pueblos originarios, Julio Argentino Roca, nada menos que a pocos metros de nuestro célebre Cabildo del 25 de Mayo. Ese monumento fue erigido en la década infame, la del fraude patriótico, inspirado en un proyecto de Julio Argentino Roca (hijo), vicepresidente del general Justo, dos candidatos surgidos después del vergonzoso dictador general Uriburu, quien fue el golpista que terminó con el segundo período del presidente Hipólito Yrigoyen. Y ese monumento del general Roca montado en un brioso corcel –aunque se sabe muy bien que el citado general jamás anduvo a caballo–, sigue allí, para dolor de todos los argentinos que llevan en sus venas sangre de los pueblos originarios.
Los representantes políticos de la ciudad guardan silencio –en su mayoría– sobre esta necesidad ética de dejar de glorificar con un monumento a un genocida, y el propio Mauricio Macri, jefe de Gobierno de la ciudad, ha contestado que en “Historia hay que mirar hacia adelante”, cuando la moral nos obliga a “aprender de la Historia” y no mostrarle la espalda.
Ojalá los porteños, muy pronto, tengamos la alegría de ver reemplazar ese monumento a la muerte por un monumento a la vida. Algo que inspire a la vida y no al genocidio de pueblos. En el acto de Santa Rosa, un mensaje de la comunidad ranquel Cacique Manuel Carupiñan Pincén, firmado por un descendiente del cacique ranquelino, lo expresó con estos dignos términos: “Hoy, en este día, quizá no es tan importante discutir sobre el origen del cacique Pincén, pero sí poner en alto el mensaje que él nos dejó: luchar por un mundo inclusivo, donde ranqueles, mapuches, tehuelches, criollos, afrodescendientes y europeos puedan vivir en comunidad, en un mundo respetuoso de las diferencias”. Firmado: Luis Eduardo Pincén.
Qué palabras sabias. Dichas por un descendiente de aquel cacique. Sí a la convivencia, un no rotundo al racismo. Ese es el único camino a la Paz entre los pueblos y al verdadero progreso. El lograr la Paz Eterna, como la soñaba el filósofo Kant.

viernes, 19 de abril de 2013

8N18A La misma mierda con diferente olor a perfume fránces

Muchos días, muchas marchas, mucho odio, mucho y nada.
Golpe, pedis golpe, pedis milico, lo decis bajito, queres a Videla. Te da orgasmo ese apellido.
Sos un forrito, uno más que le quiere hacer el jueguito a los fachos, a la derecha, a los oligarcas, a los brutos, a los barbaros, a los idiotas.
Te convences que lo haces para defender la justicia, te dan escrito ese papelito y lo lees en voz alta. Y pasas a ser un super heróe para esta tv, que entre periodismo y carroña se dirime el poder.
Y luego cuando tu odio busca más. Porque es hambriento, todo el tiempo busca alimentarse, me buscas a mí...Una gila en el pajar, una pequeñez en la sociedad, me tiras esas piedras de argumentos, poniendome una letra, como a un judio la Judenstern.
Porque no entendes a tu odio que se fortalece sin razón, escapando de tu Ser, dejando al que lo profesa confundido, inhumano, esclavo de precisamente ese odio.
Y ahora qué vas a hacer con tu marcha inconclusa, llena de insatisfacciones, con fotos lindas, con tu pancarta prolija, y tu brushing de lets bonus?
Qué le vas a decir a tus hijos? Te sigue dando la cara, vas a seguir leyendo en un papel las justificaciones a tu racismo e ignorancia? O vas a animarte a pensar solo? por vos solito y porque queres?

Realmente me siento sola más sola que nunca. Lo escencial es invisible al humano.

jueves, 18 de abril de 2013

A punto de caer

Viajaste de verdad , pasaste sustos 
saltaste la pared cambiando. 

Yo estaba en un lugar 
a punto de caer 
y aunque te parezca extraño 
música es lo que das. 

Si estás así 
piensa. 
El problema no está aquí. 
Cambiar es bien 
aún sin amor 
aún sin creer 
Entiende 
Donde estoy. 

Quizás tendrás que ver 
a dónde vas 

Piensalo otra vez 
entiende y ten valor. 
Salta y se feliz. 
Intenta 
para que fingir 
no vale la pena. 

Música es lo que me das