viernes, 12 de julio de 2013

Crecer

No nací para sentarme debajo de una plegaria, menos de un milagro. Siempre voy a buscar lo que obtengo. Desgasta mucho y duele otro tanto, pero es un honor pequeño esa paz de no depender total o parcialmente de algo/alguien.
Me confunde ser así, me sorprendo con cada logro, y con cada perdida, todavía no tengo una precisión de a cerca como soy.
Brusca, si si brusca, pero con una dulzura apretada en el puño y golpeándome en el pecho todo el tiempo.
Así seré y seguiré por esta vida que logro conformarme, y otro tanto no.
Creo que uno piensa eso de las muchas vidas, porque es breve el pequeño mundo que nos rodea, hay tanto que conocer, que experimentar, que probar, que sentir, que realmente no alcanza este tiempo que tenemos para decidir.
Será cuestión de naufragar a través de artes superadores, de miradas liberadoras, de niños y personas que nos interpreten de una manera más inocente, no tan nociva.
Desde los pasos hasta la música, desde los dibujos hacia las letras, cualquier situación o persona que nos eleve es guía que debamos alcanzar.

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