viernes, 26 de enero de 2018

Abrirse a tiempo

Se cae el velo de tu ser, ahora lo entiendo un poco mejor.
Duele menos que otras veces, aprendí a domesticar mi dolor.
Ya no hay pregunta de lo que paso,
si fuiste vos o si fui yo, o el por qué de lo que no funciona.
No tengo tiempo o si lo tengo, no quiero donarlo a la nostalgia.
Ahora aprendo a levantar rápido la mirada, a dejar que el viento se llevo todo esto.
Sigo apostando a mi sensibilidad, ninguna circunstancia ni persona me la arrebatarán.
Y no se trata de esperanza, porque eso es una espera pendejita.
Se trata de lucha y poder, de poder sobre todo y de lucha ya un poco menos.
He masticado mucho saber, he recibido mucha bala y mucha perdida.
Ya nada es fácil pero tampoco difícil.
Y no hay una única verdad que es lo más importante de este texto.
Que a veces encaja en otras textualidades, pero que sabe poner definición y se abre a tiempo.