sábado, 21 de febrero de 2015

No marcho no

Porque a mi no me dicen que hay que decir, sentir o hacer.
Porque no es mi forma de ser, porque no me cabe el silencio si no amerita.
Cuando tengo dolor (si es que esa gente que marcho lo siente. Me generan duda mucha duda al respecto) prefiero gritar.
El que calla otorga, y en este caso el silencio es omisión, omisión de amor, omisión de falta de solidaridad, omisión de pensamiento.
Ya no saben a que apelar para derrotar al monstruo (según el pequeño pensar de LA GENTE) que ellos mismos y sus políticas crearon. Ya no saben que más matar o perder para derribar a una sola persona que se atrevió a decirles en la jeta que ya no servían para nada.
Tan aburridos están los tipos que para marchar se compraron paraguas de marcas, agarraron sus mejores pilchas, como para irse a un casamiento. Y creyeron que todo ese caudal de silencio iba ser lo que llevará a un garca al poder?
Si yo callo el otro no entiende nada, si me callo el otro ya no sabe lo que pienso, si yo callo el otro no sabe siquiera si pienso.
Uno ante la ignorancia silencia, ante la ignorancia no tiene palabras, ante la ignorancia no agarra bandera, no defiende, solo ataca y se come cuentos inciertos para creer que sabe.
Seguirán acusándome de tarada, traidora, de desdichada. Porque odian a los negros, no hay una vuelta más. Todos sus motivos tienen ese brillo racista que es inequívoco, y cuando uno viene de abajo lo siente en cada palabra pronunciada.
En esa marcha hubo una sola mano que levanto paraguas, la derecha, dibujen como la dibujen, Quieren derecha y yo me agarro una teta (pequeña por cierto)....No pueden pedir tanta mala suerte para un país que comenzó a tenerla de su lado desde ya hace un tiempo.
Mufas, garcas, vende patrias clon, pobres diablos, repetidores de un diario.
Yo con esa gente, LA GENTE, no marcho.
A mi me cabe el chori, el pueblo, el vino, las madres, las zapatillas, empaparme si llueve y la murga de fondo.

martes, 17 de febrero de 2015

Desnuda (por no decir en bolas por la vida)

El verso de un lado es el mismo que del otro y también de lo neutral. Cada día que escucho hablar o palabras siento que se esta perdiendo con cada pulso el nivel de humanidad.
Nos definen los estilos, las marcas, el apoyar a o el escuchar a. Ya no sabemos si somos idiotas o aparentamos serlo para pasarla mejor.
Nos encontramos arruinados por la brutal diversión que nos venden a precios viles e irrisorios para acceder pero que luego nos esclavizan con las publicidades cada vez más engañosas.
Los próceres que se descubrieron asesinos, ya nadie puede poner un voto de confianza en nadie. Siempre fue así de duro o peor. Pero antes no se sabía. O la campana se tocaba siempre con la misma mano derecha, y por lo tanto parecía afinada...Y era todo lo contrario...Pero caigo en la repetición, antes se era gil, no había opción.
Y decís, o me dejo invadir por la ignorancia, apagando los oídos y los ojos un rato, o empiezo a mover diciendo que si con la cabeza y desenchufando el corazón.
A dónde quedo la magia? Dónde se perdió la alegría por lo simple?
Todos hablan de una forma y hacen todo lo contrarío (yo la más abanderada de todas).
Pero sigo por la vía del esfuerzo, de ayudar a regañadientes a los que me agreden, a los que me deformaron el cerebro, a los que me descuidaron cuando me tendrían que haber cuidado.
El día que empiece a ser más egoísta aprenderé a ser más feliz.
Mientras sea esponja, los desgarrados, los marginados, los resentidos, los forros, los buenos, y todo aquél que se me arrime tienen chance de agredirme.

lunes, 16 de febrero de 2015

Desconectada

Tristeza y profundidad. Soledad infinita sin puertas visibles. Sin ventanas. Sofocación. Encierro absoluto.
Salgo de vez en cuando, se me cae una risa, un chiste, alguna cosa del pasado. Pero no me lo creo del todo.
La ruina, la vejez, el hastió, el cansancio de todos y de todo.
Y así y todo me atreví a traer vida, a regarla con alegría y felicidad, aunque todo eso sea una energía absolutamente ajena a mis posibilidades.
Y sigo viendo que todos resuelven lo suyo, y a mi me traen siempre problemas de otros lugares, y tengo un lamentable tic de apropiarme y tener que hacerme cargo de las miserias ajenas. Y todos con el mismo dedito que se sacan los mocos, lo levantan y exigen que sea la salvación de mundos sin mundos.
Y llegan días terribles, dónde todos me dan lo mismo, salvo uno, siempre hay uno que cambia y modifica todo, o uno que es intocable.
Pero el resto, ese maldito resto, se encuentran en mi basural cerebro-vascular, y les digo sin poesía y sin miedos, me tienen podrida, harta, cansada, agotada y se pueden ir todos a la recalcada concha de la lora.