sábado, 14 de julio de 2012


Entraba en un mundo redondo, cuando era cuadrado, cuando era triángulo, cuando era rombo.
Se desarmaba la mirada con los comentarios, de aquel cuadrado, de aquel rectángulo, de aquel pentágono.
Una forma indefinida allí. Jamás coincidencia, jamás pares.
Todos sabían que simpleza y brillo, eran sinónimos de lejanos. 
Pero sin embargo, para ruina de los que prejuzgan, buscaban una forma distinta para encajar todo el tiempo.
Eran diferentes, menos aún indiferentes.

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