jueves, 6 de diciembre de 2012

La ciudad y su basura. La ciudad y su agua. La ciudad y su alejado punto de vista.
La ciudad y sus luces. Su estruendosa figura. Sus placeres exagerados.
Sus políticos irresponsables. Sus habitantes aún más.
El asfalto que calienta los corazones. Los edificios que diferencian y congelan la mirada.
Los nervios apresurados. La falta de tierra y verde. La falta de libertad en cada ser.
Las noches deshabitadas. Los niños presos de sus familias, de los miedos, de los riesgos pagos.
La maquinaria que crece al ritmo de cada sueño que muere.

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