lunes, 6 de agosto de 2012

Estoy sentada frente a una oficina, la oficina frente a mí. Todo lo que sucede aquí, no me sucede, no me pasa a mí. Me hes indistinto. Tanto, que quizás sienta que soy suplente en este juego.

No quiero ser parte de esto, pero me quedo. Mis pies me dejan aquí, pero mi alma inquieta atraviesa este umbral del deber.

Ya se que soy un poco simple a la vista de los que acusan, pero soy esto, un poco atada a la responsabilidad y la rutina. Con un miedo feroz que me dice, lo que sabes es lo que debes.

Basta de saberes, de postergar mi interior, de contestar solicitudes formales, de excels, de softwares, de mails simpáticos..De leer mi diario a escondidas, de respetar horarios, jefes, rutinas, sueldos, y bendiciones que cada vez que me acuerdo maldigo sin cesar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario