Juntarse
Los vínculos se riegan con la presencia. Las ausencias van
dejando sombras irrompibles.
Cada día de tu vida te convierte en alguien diferente al
ayer.
Si me pierdo verte un día, dos, o tres, ya la próxima veré
una parte muy distinta al que fuiste. Y notare el cambio de golpe, y quizás me
alegre o me desilusione, según esa novedad que hay en vos o en mí.
El molinete del tiempo, que va dejando pasar gente, e
incorpora cada vez a menos. Pero muy valiosa. Bah, uno siempre tiende a pensar
que todo el que llega vale la pena. Y el que se va, casi nunca deja una buena
sensación en nosotros.
Precisamente por esa ausencia que duele, que desfigura a la
persona. La convierte en lo ajeno, lo desconocido, lo inmanejable.
A cuanta gente extrañamos, a cuanta la tenemos a mano y ni
siquiera somos capaces de decirle, che sabes que me hace bien verte.
Así vamos por la vida, perdiéndonos a nosotros mismos. A los
que queremos.
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