Los entrañables. Los que con las palabras hacen algo magico, y no solo decirlas.
Los que se asumen en todas las causas justas. Los que se sueltan al amor de defender a los olvidados.
Los que sin armas combaten contra todo mal. Los que abrazan al pueblo con la mirada.
Los que se rien con nosotros. Los que nos devuelven los motivos.
Los que fuerzan la buena onda, la propagan y no dan vuelta la cara al que se lamenta.
Los que traen historia a un pais sin sueños. Los que devuelven dignidad y aprecio.
Los que retratan para el fúturo. Los que siguen cambiando el mundo.
Los que descubren y desempolvan a los buenos. Los que siempre van a estar aunque se hayan ido.
Los que te dan sin nada a cambio. Los que no esperan hacer y lo hacen.
Los que no se escudan en el miedo, en el no puedo.
Los que aman sin restricciones, sin limites, sin bromas, sin intento, sin sospechas.

En todos ellos el pueblo entero sigue confiando, hay muchos más que surgieron en este tiempo, y habrá muchos más. Porque el pueblo no se rinde a un presidente, lo añora, lo recuerda, pero sigue su obra sin limites. Comprendiendo que el mejor monumento es alimentar al que tenga hambre, enseñar al que ignora, amar al que odian, e incluir al excluido.

Gracias al 53% que soñamos, a otros que faltan, a los que vienen, a los que confiamos y seremos y somos retribuidos, no con dinero, sino con abrazos y contención popular.

Gracias Néstor. Gracias Cristina.