Medís tu acrobacia y saltás.
Tu secreto es:-La suerte del principiante no puede fallar-.
Alguna vez, quizá, se te va la mano
y las llamas en pena invaden tu cuerpo
y caés en manos del Ángel de la Soledad
y él ¡Gracias a Dios! tampoco cree lo que oye.
Ángel de la soledad
y de la desolación
preso de tu ilusión vas a bailar,
a bailar...a bailar.
QUE ACTUAL Y TERRIBLE ME SUENAN ESTAS FRASES.
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