Me aturden las miradas que te juzgan,
Que a veces es la mía, pero muchas son las otras.
Me complico explicando que no soy de una forma,
Y termino haciendo todo para ser así.
Quiero explicarle a alguien como soy,
Y es tan desprolijo pensar y sentir a la vez,
que siempre me arrepiento sobre la conclusión.
Vuelvo a despertarme vestida de rutina,
Y salgo de casa con el aire pasandome de costado sin contemplarlo.
Y puteo al auto que me paso al raz,
Al puto de Boca, a la vecina enojada, al verdulero que no me fía.
Me gano dos mangos, y gasto tres.
Me frusto, pero sueño que soy todo eso que sueño.
Y el sol me tranquiliza aunque no haya remedio que pare todo esto.
Y me siento metida en una vida que no era del todo mi elección.
Entonces, suceden cosas inexplicables que te permiten elegirla.
Y amar no cuesta un carajo, es un disfrute increible,
aunque putees a la vecina, al auto y a la concha de la lora.
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