MUJERES MALAS Y FEAS

Oh mujeres malas y feas y yo con ellas, armemos trinchera, no sigamos más la consigna patriarcal.
Dejemos de agradar, de concederle al macho sus deseos.
Al patriarcado ni cabida.
El esquema que se rompa, de una buena vez se derriben las barreras entre nosotras.
Que las bellas y buenas se vayan, que desparezcan, nos debemos ser nosotras, nos debemos el ser mujeres en el mundo.
Calmemos la sed de una vez, que nada ya la encrudezca. Dejemos de estar en peligro, que el patriarcado no aloje un femicida más.
Y sin rebelión, sin caer en la fealdad o maldad de ellos nunca vamos a prosperar, nunca  más nos sentiremos a salvo. Dejaremos que el miedo siga domesticandonos cuál esposas, cuál fierecilla que merece cadenas y bozales para seguir en nuestro único rol hoy posible, el de agradar.
Que explote lo que haya que explotar, y que la belleza no interfiera entre nosotras, y que los celos se tomen clonazepám.

Y así la mujerzuela sigue su estrella convencida de que hay ya muchas como ellas, y menos femicidas por allí.
Algo que solo mujeres malas y feas han de conseguir.