sábado, 2 de agosto de 2014

Desilución sin medicina

A veces acostumbro a mirarme al espejo y hacer morisquetas. Lo hago para sacarme el peso de la timidez.
Tengo ciertos momentos del día en que la nostalgia y la angustia me juegan malas pasadas, y otros que recuerdo cuando me hamacaba muy fuerte en la plaza de la casa de mi vieja.
Y cierta vez recuerdo, que escuche por ahí, que el amor de la vida, pasa solo una vez, y las otras son intentos torpes de igualación.
Otras veces, ya no se en que creer.

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