jueves, 28 de marzo de 2013

Dictadura empresarial

A nosotros nos sobra dinero y nos falta anarquia.
Nos dan mucha comida, nos falta hambre de ser.
Nos perdonan y seguimos, una voz, aquella, que no se escucha sino que dice lo que queremos oir.
Nos mandan a un tipo, luego a dos, y sino tres. A la cantidad que nuestras almas comerciales necesiten, con tal de mantenernos aferrado a esta baranda que resvala.
Aplauden cuando acatamos, nos castigan cuando nos quejamos.
Nos crían y mal acostumbran, y nos dicen luego frustrados.
Nos dan un paseo al año, nos estafan una vez al mes.
Nos tienen 9 hs a su antojo, y nos dicen a que podemos acceder.
Es el lujo su mirada, es el agua nuestra la que no nos permite ver.
Digitan esta guerra acostados en sus sillones, con el fresco de un aire.
Un aire burlon, burgues, y con mucha porqueria en el cerebro.


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