martes, 26 de febrero de 2013

Pensamientos viejos

El consumismo es tal, que está decapitando a jovenes, como una revolución francesa imparable.
Destruye el sentido de sus rebeldías. Los ha domado  aún más que la dictadura a nuestros 30.000.
Les ha quitado el placer, la angustia y los cuestionamientos de sentirse jovenes, apasionados e incompletos.
Se dejaron deslumbrar como orates en un jardín de flores exóticas. No han sabido, ni tenido herramientas tales, para derribar ese sistema abrumador que se les inculco desde la infancia.
Yo safe un toque nomás, me pego en el palo en mis últimos momentos de juventud.
Pero tengo algunos recuerdos de noches insesantes bajo la tenue luz de alguna lampara gastada, leyendo esas novedades calamitosas de escritorios de suburbios, o bien, bajo la escucha de alguna radio que me abría a mundo no virtual, sino imaginado, soñado, pensado.
No digo que esto sea fatal, o lo mio mejor, o lo anterior mejor aún...Digo que me cuesta creer que entre pibitas jugando a ser princesas, y pibitos a super heróes, dudo que nazca una nueva generación de pensantes, de esos que le arruinan la vida a un milico.
Digo y pienso, como generar el volantazo con estos que estan empezando a recorrer el mundo.
Y no solo no mostrarle el sistema que existe, triunfa y morfa esperanzas de pobres. Sino, enseñarles a crear alternativas díficles de copiar, o malversar. Porque sino salimos a inventar algo mucho peor, y no es la idea tampoco.
Vivir en el campo, rajar, irse, es safar uno solo. La onda es nutrir a los que vienen con mejores argumentos.

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